viernes, 5 de septiembre de 2014

Quién prueba, se queda...





El ingenio peruano no tiene límites. Somos un país fusión que tiene de todo un poco,  desde sus ingredientes hasta sus habitantes, entre ellos los creadores del sabor, es decir, nuestros cocineros que son los encargados de crear, preparar y difundir los mejores platillos de la región formando todo un fenómeno altamente capaz de sucumbir y extasiar cualquier paladar.
La gastronomía peruana ha demostrado y sigue demostrando que tiene la receta para conquistar al mundo entero. Y que mejor prueba que haber ganado tres galardones en los World Travel Awards 2014 (WTA), considerado como los Oscar del Turismo. Siendo dichas condecoraciones: el premio al mejor destino cultural, al mejor destino culinario de Sudamérica y  al mejor patrimonio cultural de la región.
Es por ello que con estos datos nos fuimos a recorrer uno de los lugares más transitados por turistas en Lima: El Parque Central de Miraflores o más conocido como “Parque Kennedy” ubicado en Miraflores. Obtuvimos una plática amena con nuestros hermanos chilenos, quienes no dudaron en reconocer el gran potencial turístico, sobre todo en lo gastronómico, que posee nuestra sociedad peruana. Además, nos contaron que su visita se debe principalmente por la Feria de Mistura, pues no se irán hasta haber probado todas las delicias que ofrece este gran boom de nuestra gastronomía.
Luis, uno de ellos, nos confesó que nuestra comida es ideal, considerándose un amante del ceviche y que le encantaría aprender a prepararlo a pesar de no ser un cocinero experto ni principiante, mientras que su tocayo Luis manifestó que la tradición peruana se ha desarrollado excelentemente.
Por el lado femenino nos encontramos con Catalina y Olga, quienes muy amablemente aceptaron responder nuestras preguntas. Catalina aseveró que el premio obtenido en los WTA fue bien merecido, “En Perú cocinan muy rico y sabroso”, afirmó la chilena. Confesándonos también que estaría encantada de comer ceviche hasta la muerte.
Olga selló nuestras entrevistas con una frase muy peculiar que demuestra el gran sabor e ingenio que caracteriza al pueblo peruano, “La comida peruana es mucho mejor que la de nosotros”. Y por ello pretende tomar unas clases de gastronomía junto a su esposo antes de retornar a su país pero que si tuviera la oportunidad de quedarse, lo haría. Además agregó que en su primera visita al Perú no hubo día en que no comiera ceviche a pesar de considerar como plato favorito el ají de gallina.
Con una foto, muchas sonrisas y palabras de agradecimiento finalizamos las entrevistas, de las cuales obtenemos y confirmamos como conclusión general que nuestra gastronomía ofrece la más variada carta de platos para satisfacer todos los gustos, haciéndonos sentir muy orgullosos de ser peruanos y de seguir difundiendo lo nuestro.


Por: Kristy Retuerto Jimenez / Carla Tisza Del Solar

jueves, 28 de agosto de 2014

Detrás de cada obra...

Detrás de una gran historia, sin duda, hay experiencias que contar. La obra maestra de Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad”, para su producción y posterior distribución, tuvo sus contratiempos y anécdotas. “Una novela detrás de la novela” relata la historia de los problemas económicos con los que “Gabo”, junto a su esposa Mercedes Barch,  tuvieron que lidiar durante el ‘nacimiento’ de la obra.

No cabe duda que aquellos esfuerzos contados por Gabo tuvieron grandes frutos. “Cien años de soledad” fue considerada la mejor obra de la lengua castellana, además de recibir distinciones a nivel mundial.


No soy asidua lectora de las obras escritas por García Márquez, tal vez habré leído las páginas de pocos libros de él pero, no cabe duda, que detrás de cada obra, hay un gran escritor. 

Un ambiente de historias

Con un cigarrillo en la mano me detengo a contemplar, cada tarde desde el balcón, el patio de la Universidad Nacional Federico Villarreal y las historias que transcurren en él.  Desde hace algún tiempo,  hacer esto sin querer, se convirtió en parte de mi rutina. Y lo disfruto.


Hoy es un día diferente. El viento pasó a segundo plano y el sol se hizo presente. Un ambiente cargado de risas decora la plataforma, recorriendo cada camino del patio central. Esta se encuentra al centro, enmarcada con los pabellones repletos de universitarios manteniendo tertulias. 
Utilizado de apoyo para los estudiantes que día a día desenvuelven largos pliegos de cartulina para culminar con sus trabajos, se levanta imponente en la plataforma el busto del matemático Federico Villarreal.

Mi mirada se dirige hacia el portón  marrón custodiado por ‘guachimanes’. Hoy están atentos. Algo inusual en ellos.


Observo la cara de las personas que ingresan. En sus miradas noto preocupación, cansancio, felicidad y ganas. Estudiantes y profesores. Caminan con cuidado de no tropezar a causa de las grietas en las baldosas dañadas por pasar de los años y el transitar de quienes eligieron esta universidad como su segundo hogar.  


Los cinco cuadriláteros de césped enmarcados con bancas grises (algunas en mal estado) están copadas de estudiantes  manteniendo conversaciones y, otros, leyendo. Tal vez es el ambiente perfecto para desarrollar su vida. Para mí, es el ambiente perfecto para contemplar.